En un tono tragicómico irresistible y con desbordante talento para la fabulación, Vea Kaiser despliega el abanico de peripecias que vive una familia griega desde los años cincuenta hasta el presente. Una novela sobre la belleza de la vida, el anhelo y los nuevos comienzos, pero también sobre los errores que empujan a tomar ciertos caminos y sobre los aciertos que se descubren en ellos. Y también sobre el gran amor, con el que uno se reencuentra más de una vez en la vida. Todo empieza en un pueblo de la frontera greco-albanesa dividido por la guerra. Con la Yaya María, abuela y casamentera por excelencia, a quien no echa atrás ninguna intriga cuando se trata de asegurar la continuidad de su linaje. Y con la inteligente, obstinada y díscola Eleni, y su primo Lefti, cuyo máximo anhelo es vivir en paz. Pero, en cierto momento, Yaya María interpreta mal los augurios y eso arrastra al infortunio a varias generaciones de una familia que va dejando sus huellas en muchos lugares y en los que su temperamento mediterráneo se complementa con otras identidades. Odiseas particulares que tienen como escenario algunos grandes núcleos de emigración en los años setenta: Alemania en plena ebullición industrial y los Estados Unidos; el corazón de la provincia en Austria en los ochenta y la refinadísima Suiza actual. Y una isla griega con forma de ciervo volador llamada Makarionissi en la que -según la mitología griega- habitan los héroes felices, pero donde la playa y el sol no ocultan la cara menos amable de la crisis económica reciente.