Peregrino apostólico de ciudad en ciudad, Juan Pablo II ha realizado en Brasil una colosal empresa de evangelización, tal vez la de mayor envergadura afrontada hasta ahora por el Papa Wojtyla. En doce días ha puesto al pueblo brasileño en una formidable tensión de fe y esperanza, marcando para el futuro la historia religiosa de esta nación. El Papa fue presentado en Brasil con un nombre de profeta que sintetiza de una manera expresiva lo que el peregrino de Roma ha sido realmente para todo el pueblo: «O Joño de Deus»: el Juan -el enviado- de Dios que traía la palabra de la salvación en Cristo. La predicación de Juan Pablo II -centrada en los dos polos fundamentales de su temática: Cristo y el hombre- ha calado en el alma de la población brasileña, iluminando a todos, entusiasmando a muchos y sorprendiendo a no pocos. Una obra de evangelización sin precedentes, llama-da a tener una influencia duradera y decisiva en la Iglesia que peregrina en el país católico más grande del mundo. Con la serie de sus discursos -cuya versión íntegra y autorizada damos en este volumen-, el Santo Padre ha dejado en Brasil y ha entregado a toda la Iglesia una catequesis completa sobre la más amplia problemática religiosa, pastoral y social de nuestra hora, junto con un programa bien claro de reforma para todos los sectores del Pueblo de Dios.