Esta obra aporta una nueva visión sobre un caso histórico excepcionalmente documentado, como es el de Lucrecia de León, una joven madrileña autora de unos sueños proféticos que anunciaban la caída de la monarquía de los Habsburgo y proclamaban la llegada de un reino de corte más espiritual. Se trata de un valiente e informado intento de reinterpretación de su figura realizado por María Jordán, rompiendo los moldes de una visión demasiado instrumental y política del caso, que no hacía de la religión sino una máscara para los intereses y ambiciones ocultos de los personajes implicados. Analiza la vida de una mujer del siglo XVI desde un punto de vista especialmente cercano, al tiempo que permite una toma de contacto amena con la realidad política y religiosa -y el diálogo entre ambas esferas culturales- del reinado de Felipe II, reclamando su figura como mujer que logró hacer públicas y defender personalmente sus opiniones críticas.