Este libro analiza en qué grado se transforman las opiniones y actitudes de los ciudadanos después de participar en una deliberación pública, partiendo de la hipótesis de que esta transformación se da hacia una mayor racionalización y moralización. La investigación tiene un enfoque fundamentalmente empírico, aunque parte de un cuerpo teórico sólido como es el de la democracia deliberativa. El estudio viene a sumarse a otros trabajos similares internacionales no conclusivos; aquí se analiza por primera vez un caso español y se aportan elementos de análisis y operacionalización genuinos. El estudio de caso es una encuesta deliberativa realizada en Córdoba a finales de 2006 sobre ocio nocturno juvenil en la que participaron 136 individuos. Se analizan tanto la calidad del propio proceso, a través de indicadores, como los resultados, a través del análisis de dos encuestas antes y después de la deliberación. Se comprueba cómo la encuesta deliberativa no solamente permite una deliberación de calidad entre ciudadanos, sino que también lleva a una transformación de las opiniones de mucha magnitud: aumenta el conocimiento y la sofisticación de los ciudadanos, así como su interés por la vida pública, y las opiniones de aquellos se tornan más coherentes. Todos estos cambios son, además, estables a lo largo del tiempo. Se concluye que si bien la práctica deliberativa no es autogenerativa ni tiene un desarrollo ideal en muchos otros espacios públicos, se puede defender contra el elitismo democrático la posibilidad de prácticas deliberativas más allá de los parlamentos