La importancia que la reforma educativa concede a la música de cámara, ya desde el grado elemental, como sólido fundamento para la formación de futuros músicos ha inspirado a la autora a escribir esta obra, que pretende llenar el vacío que, en lo que respecta a material curricular, ha existido hasta ahora en esta materia durante el período de iniciación. Estos dos álbumes (Ciranda 1 y Ciranda 2), que incluyen tanto repertorio de carácter popular como obras originales de la propia autora, contienen obras escritas para trío, cuarteto o quinteto formados por las diversas combinaciones entre los instrumentos de cuerda (violín, viola, cello y guitarra), viento (flauta, clarinete en Si b, oboe, saxofón alto, trompeta y trompa) y piano o piano a 4 manos. Todas las piezas permiten la permutación de unos instrumentos por otros en cada una de las partes con la finalidad de dar cobertura al número más amplio de combinaciones posibles. Por otra parte, en el caso de no disponer de un número tan amplio de alumnos, se puede prescindir de una o más partes de cada pieza formando así grupos de cámara más reducidos, a partir de dúos. Asimismo, todo este material puede ser interpretado por una orquesta de cuerda y/o viento (varios alumnos por cada instrumento y con o sin acompañamiento de piano).