Diecinueve cámaras controlan el devenir de los habitantes del bilbaíno barrio de San Francisco, escenario donde transcurre la acción de esta novela. Calles que fueron ocupadas en su día por mineros y estibadores, que asistieron a la aparición del ideario republicano y que fueron un espacio de libertad y de diversión para varias generaciones. El cierre de muchos de los locales, la aparición de la heroína y la llegada masiva de la emigración trastocaron la atmósfera que se respiraba. Y en este paisaje nos encontramos a Touré, un africano en situación irregular que ofrece sus servicios como vidente. Empujado por su instinto de supervivencia, se convertirá en improvisado detective y el destino le llevará a relacionarse con lo más mísero y, sorprendentemente, con lo más selecto de la sociedad bilbaína, dando pie a una secuencia de peripecias hilarantes en contraste con una dura realidad.