El objetivo de esta investigación es caracterizar empíricamente el proceso de normalización de los participantes en manifestaciones en España desde la década de los ochenta. En concreto, nos preguntamos cómo ha evolucionado el número de manifestaciones y de manifestantes; cómo ha cambiado su perfil sociodemográfico y político; y cómo se relacionan esas tendencias con los cambios en el contexto político y, de manera específica, con la dinámica electoral. Las respuestas a estas preguntas se han elaborado, fundamentalmente, a partir del análisis de datos de diversas encuestas del CIS a la población. Los resultados señalan un aumento en el número de manifestaciones y, aún más acentuado, de manifestantes. España se ha convertido en una de las primeras democracias, si no la primera, en términos de participación en manifestaciones. En cuanto al perfil del manifestante, el análisis señala una tendencia hacia una menor desigualdad participativa en términos de las variables sociodemográficas y políticas tradicionalmente consideradas como factores explicativos de la participación política. La interpretación de estos resultados apunta a la incidencia tanto de las transformaciones (estructurales) sociales y políticas de las sociedades democráticas avanzadas como de los efectos (coyunturales) de las dinámicas de competencia partidista propios del contexto español.