Este trabajo pretende ser una modesta contribución a los estudios Filológico-Lingüísticos de los textos antiguos. Para su realización nos hemos basado en el análisis de un documento histórico manuscrito, que forma parte de nuestra cultura y que está respaldado por un único testimonio (Codex Unicus), en el que se depositó mediante ""lo escrito"" un fuerte poder social, dando fe de un acto como es ""el apear"" unas propiedades. El estudio nos permite obtener una visión global, rica y diversificada de un texto. Un apeo que procura reflejar fielmente la acotación escrita de un espacio físico, mediante una particular disposición sintáctica y semántica, que caracteriza precisamente el propio acto en sí al apear. Por tanto, podemos decir que la escritura no es solamente un procedimiento destinado a fijar la palabra, un medio de expresión permanente, sino que nos permite directamente tener acceso al mundo de las ideas, reproducir el lenguaje articulado, aprender el pensamiento y hacerlo atravesar el tiempo y el espacio. En definitiva, la escritura se convierte en un hecho social que es la base misma de nuestra civilización.