El museo es una institución central en la configuración del mundo contemporáneo occidental. Concebido como lugar de la cultura y como centro cívico, refleja los ideales de democratización y sistematización del conocimiento propios de la Ilustración, pero al mismo tiempo recoge una tradición mucho más antigua: la de la creación de significados a partir de la disposición de objetos en un espacio sublimador. Este libro recorre esa historia, desde la Antigüedad clásica hasta nuestros días, a través de conceptos como trofeo, tesoro, maravilla, gusto, identidad, canon, crítica o espectáculo, que se han ido superponiendo a lo largo del tiempo y que aún pueden reconocerse en la institución tal como hoy la conocemos. Después de sucesivas crisis y refundaciones, en las últimas décadas el museo ha conocido una situación paradójica: tan cuestionado como reivindicado, ha ganado un nuevo protagonismo justamente cuando sus límites y posibilidades se hacen cada vez más difíciles de definir.