Las semillas del tiempo explora en tres movimientos la situación del presente cultural, intentando abrir una perspectiva de futuro de un mundo en el que es imposible predecir con algún grado de certeza. El primero de los ensayos, Las antinomias de la postmodernidad, trata de iluminar algunas de las irresolubles paradojas entre las que se mueve el debate intelectual de nuestra época. En lugar de solucionarlas desde una perspectiva superior, propone, de modo experimental, un exterior irrepresentable para las posiciones insertas en este debate, y en el que se halla articulado un futuro donde el pensamiento de la utopía vuelva a tener lugar. El segundo ensayo, Utopía, modernismo y muerte, presenta una reflexión sobre la novela Chevengur, del escritor soviético Andréi Platónov. Este terrible relato de una utopía comunista, recientemente descubierto en Rusia y en Occidente tras permanecer inédito durante decenios por motivos políticos, permite a Jameson esbozar una reflexión de lo violento y descarnado de la utopía vista desde el «segundo mundo», rescatada, sin embargo, de las dulcificaciones a que se la somete en Occidente. Por último, Las restricciones del postmodernismo examina las tendencias actuales dentro del pensamiento arquitectónico, intentando mostrar los límites del postmodernismo y enlazando con el «exterior irrepresentable» propuesto en la primera parte. Ajeno a todo sentimentalismo y optimismo ingenuo, Las semillas del tiempo imagina tentativamente alternativas a la situación actual del pensamiento.