Este libro analiza las actitudes de los escolares ante las lenguas propias de Aragón (aragonés, castellano y catalán) y dos de las lenguas extranjeras más próximas a la sociedad aragonesa (francés e inglés). El estudio se llevó a cabo con una muestra representativa de los centros de ESO ubicados en el territorio aragonés, que, a la luz de los resultados obtenidos, también en esta cuestión dista mucho de ser homogéneo. A nuestro entender, la escasez de investigaciones que incidan sobre las actitudes lingüísticas en Aragón justifica plenamente el esfuerzo invertido, pero la necesidad de la tantas veces postergada Ley de Lenguas de Aragón ha sido, en definitiva, el mayor acicate para aproximarnos a las perspectivas futuras de nuestro patrimonio lingüístico y cultural desde la óptica de los que hoy son el futuro y pronto serán el presente en nuestra Comunidad: los escolares aragoneses.