Una historia de vida de una mujer que participó en la lucha contra elfranquismo y descubrió su identidad sexual en la madurez.«Estabatodavía demasiado cerca ese tiempo de oscuridad del que veníamos y nos resultaba difícil calcular el límite de la tolerancia y la dimensióndel riesgo.Vivir siempre con un cierto temor a ser descubiertas,disimular y evitar las manifestaciones públicas de amor terminóconvirtiéndose en un hábito [à].―,Sí, somos dos ancianas ytodavía nos amamos, ¿qué pasa ». Extraña, singular e increíblementenítida y poliédrica, la ópera prima de Julia Huedo Berenguer es comoun prisma sobre el que incide la luz y se pierde en una cascada decolores. Es como asomarse a las formas de un caleidoscopio y ver cómoencajan las piezas para, inmediatamente después, ver como se deshacen. Sin duda, no hay mejor forma de presentar tu vida que a través deestas memorias noveladas aglutinadas bajo un título dual cargado designificado, Ingrid o Humphrey: vivir en la bisagra. Esta narración se cimienta en distintos tiempos: los fragmentos de la infancia,tintados con los anhelos truncados del aire renovador de la IIRepública y los sofocos de la Guerra Civil y la posterior dictadura,la muerte de la abuela y el primer amor de la infancia, la rebeldía de los primeros estudios, la militancia política y las contradiccionesde la izquierda, la no aceptación de la homosexualidad, y el amorcorrespondido de madurez, un amor sin censuras, pero un amor enpeligro. Julia Huedo Berenguer se desnuda en esta obra de una formamuy íntima, exhibiendo una gran capacidad de evocación, análisis yrealismo histórico. Estas memorias son como un puzle de recuerdos ycada hilo del pasado es como un brochazo en un lienzo. Y los lectoresno pueden hacer otra cosa que alejarse unos pasos, no muchos, pues sulectura les atrapará.