EL AMOR PASA, LAS JOYAS PERMANECEN.
Una gran novela sobre las joyas de las reinas de España que marcaron la dramática vida de Victoria Eugenia y, un siglo después, luce Letizia.
¿Es cierto que ser reina no da la felicidad?
Las joyas son fieles guardianas no solo del paso del tiempo, sino de los grandes secretos de amor y desamor de quienes las han llevado. Las reinas las han lucido como amuletos y también como signos de poder.
En estas páginas se da una visión diferente y original de Victoria Eugenia de Battemberg, la última reina española antes de la Segunda República. Llegó de Inglaterra a España en 1906 para contraer matrimonio con Alfonso XIII, trayendo consigo un aire nuevo a la Corte y suscitando muchas críticas por lo que se consideraban transgresiones. Entre conspiraciones políticas, atentados, desengaños y el exilio, transcurrió su existencia. Mientras su vida se iba desmoronando debido a la enfermedad de la sangre que heredaron algunos de sus hijos y a las constantes infidelidades del rey, su joyero, Ramiro García-Ansorena, le fue enseñando la historia y la vida de las reinas de España a través de sus joyas. También le hizo comprender que los diamantes, las perlas y las piedras preciosas serían su fuerza y su seguridad: «Una joya es lo único que dura para siempre». Su extraordinario collar de brillantes chatones fue creciendo a la par que el desamor del rey hacia ella.
Victoria Eugenia, Ena, dejó en su testamento las «joyas de pasar» que hoy están en manos de la reina Letizia. De entre todas, una destaca sobre todas las demás y sobre ella pesa una terrible maldición. Como dice la protagonista: «Ser reina no te da la felicidad».