Este texto pretende sobre todo ofrecer una valoración global del fenómeno arquitectónico en España durante el primer siglo y medio de la contemporaneidad, evitando la tentación de convertirlo en un repertorio exhaustivo de arquitectos y arquitecturas. Se ha ordenado más bien por factores de carácter teórico, estilístico y tipológico frente a los de orden biográfico y cronológico, exceptuando el caso de Juan de Villanueva, dada la unidad y el peso de su producción. La segunda mitad del siglo XVIII aparece cada vez con mayor evidencia como el momento en el que surgen las bases de la modernidad. Por este motivo, las fechas elegidas, 1770-1900, responden a un criterio exclusivamente arquitectónico frente al histórico, que suele ser predominante. La primera corresponde con la aparición de las primeras obras rupturistas de Juan de Villanueva y en la segunda se produjo el triunfo de José Urioste con el Pabellón de España, que había proyectado con ocasión de la Exposición Universal de París.