En este estudio se comparan dos tratamientos psicológicos para dejar de fumar. El primero de ellos es una adaptación de los componentes centrales de la Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT) al problema del tabaquismo. En él, se utilizan diferentes metáforas y ejercicios dirigidos a clarificar los valores personales en relación a dejar de fumar, promover la aceptación de las experiencias privadas aversivas fruto de la abstinencia así como de las ganas de fumar y generar flexibilidad con respecto a los mismos, de forma que los fumadores puedan dirigirse hacia sus valores personales a pesar de la presencia de malestar o ganas de fumar. El otro tratamiento es un programa multicomponente cognitivo-conductual centrado en controlar o minimizar las ganas y el malestar asociados a dejar de fumar. El eje central del tratamiento es la reducción progresiva del número de cigarrillos y se completa con diferentes estrategias para incrementar la motivación, controlar la ansiedad, reestructurar los pensamientos que llevan a fumar, resolver problemas y prevenir las recaídas. Las condiciones de tratamiento se igualaron con respecto a sus características formales. Ambos tratamientos se aplicaron un grupo, a lo largo de siete sesiones y con una periodicidad semanal. Participaron en el estudio 81 fumadores, 43 fumadores recibieron tratamiento con la ACT y 38 recibieron tratamiento cognitivo-conductual. Los seguimientos se llevaron a cabo al mes, tres, seis y 12 meses de concluir los tratamientos. Las principales medidas del éxito de los tratamientos fueron la prevalencia de la abstinencia puntual al final del tratamiento y en cada uno de los seguimientos y la prevalencia de la abstinencia continua. Antes de comenzar los tratamientos se recogió información sobre las principales variables demográficas y de historia de consumo, y se administraron diferentes cuestionarios (Cuestionario de Autocontrol (Rosembaum, 1980), Cuestionario de Confianza Pretratamiento (Condiotte y Lichtenstein, 1981); Cuestionario de Aceptación y Acción (Hayes et al., 1999); y Cuestionario de Credibilidad de Razones para Fumar). Al final del tratamiento también se recogió información acerca de los síntomas de abstinencia y las mejorías experimentadas. Los resultados muestran que el tratamiento con ACT fue claramente superior tanto a corto como a largo plazo. Estas diferencias son estadísticamente significativas para los participantes que completaron un mínimo cinco de sesiones de tratamiento. Finalmente se discuten los resultados de abstinencia y los procesos que pueden operar los cambios en ambas condiciones de tratamiento.