El primer ensayo escrito en profundidad sobre Pere Portabella: cineasta referencial de la modernidad cinematográfica y una figura absolutamente imprescindible para comprender el origen y el desarrollo de las producciones cinematográficas independientes, experimentales y clandestinas en España a partir de los años sesenta. Pere Portabella, nacido en Barcelona en 1929, es uno de los directores más relevantes de la historia del cine español, recientemente recuperado para el público tras las importantes retrospectivas de su obra organizadas por los museos MoMA, MACBA y el Centre Pompidou de París, y con el reestreno en salas comerciales de buena parte de sus películas. Éstas son un referente central a la hora de analizar la impregnación de las rupturas estéticas e ideológicas de los llamados Nuevos Cines europeos en el ámbito de la cinematografía española. Además, los filmes de este cineasta plantean -de forma casi excepcional en nuestro país- una vinculación estrecha y enriquecedora entre la producción fílmica y las nuevas propuestas formales de la vanguardia artística. Son, además, uno de los cuestionamientos más lúcidos y constantes de los límites convencionales entre el género documental y la ficción que se han llevado a cabo dentro de nuestras fronteras. Rubén Hernández recorre en profundidad la obra de Portabella, proponiéndonos una lectura de la relación entre las películas de este cineasta y las políticas de la narración en el cine. ¿Qué es, en realidad, el llamado «cine político»? ¿Qué factores determinan, en uno u otro sentido, los valores políticos de una película? ¿Cuál es la relación entre arte y política que tiene lugar en una obra de vanguardia, como es el cine de Portabella? ¿Pueden ser la forma, el lenguaje y la técnica de una película un espacio de producción de contenidos políticos con independencia del argumento de un filme? El autor de este libro se enfrenta a estas preguntas y así nos presenta, finalmente, una reflexión sobre el vínculo entre lo estético y lo político que tiene lugar en el ámbito del cine. Así, este ensayo sobre el cine de Portabella se convierte, además, en un ensayo sobre la obra de Epstein y Buñuel, de Eisenstein y de Marinetti, de Godard y Debord, de Pasolini y de Rocha, de Aristóteles y Deleuze, ¡incluso de la crítica política vehiculada por Los Soprano! Finalmente, pensar la dimensión política de las películas de Portabella es pensar el contexto histórico, filosófico y cinematográfico que hace de ellas un referente imprescindible en las políticas contemporáneas de la narración fílmica.