- Cuando yo nací tú eras nada - dice el hermano mayor.- No, no, yo era algo, pero estaba en la tripa de mamá, ¿verdad abuelo?- Bueno no, todavía noLos niños tienen siete y cuatro años.- Entonces... ¿es verdad que yo era nada?- dice apesadumbrado el menor.- Bueno si y no, como todos nosotros.La mirada del nieto manifiesta gran decepción ante la ambigüedad.- Os voy a contar una historia: Parece ser que hace muchísimo tiempo, unos tres mil ochocientos millones de años, apareció en el agua que cubría gran parte de la Tierra, la primera cosa viva, una bacteria. Luego todo fue cambiando, transformándose, evolucionando, hasta que llegaste tú. En este libro, el abuelo intenta explicar a sus nietos lo sucedido desde entonces hasta ahora, utilizando el conocimiento, la imaginación y su experiencia personal.¿Se trata de un ensayo? ¿Una novela? ¿Una biografía?Se trata de un relato con la pretensión de responder a otros relatos revelados, según ellos mismos, por los hombres que temían, y temen, a las mujeres; como aquel en el que se cuenta cómo al ver la primera mujer ?Que el árbol era bueno para comer, apetecible a la vista y excelente para lograr la sabiduría, tomó su fruto y comió? , provocando la mayor de las calamidades para la humanidad: La muerte. Se trata también de neutralizar aquel otro pasaje revelado por los hombres que asustaban, y asustan a los niños, y así cuestionar la obediencia ciega del heroico Abraham, dispuesto a cargarse a su hijo ?por temor de Dios?. Se trata, en fin, de dejar claro que ni el temor a Dios, ni la obediencia ciega son virtudes, sino cobardía.- Si tú, al igual que Eva - aconseja el abuelo en el libro - encuentras un árbol bueno para comer, apetecible a la vista, y sobre todo excelente para lograr la sabiduría, haz como ella, no lo dudes, toma su fruto y come. Abraham no es el héroe, Eva es la heroína.