Consciente de las omisiones de la historiografía oficial, Toni Morrison -la primera y única escritora afro-americana hasta la fecha que ha sido nominada Premio Nobel de Literatura- reclama la historia como base para formar la identidad afroamericana. Exponiendo configuraciones distintas a las tradicionales y eurocéntricas, Morrison analiza la diferencia de las mujeres de color en cuanto a la etnicidad y al género, desmontando los estereotipos racistas y sexistas que le han sido impuestos. Centradas en personajes femeninos, las novelas Beloved (1987) y Paraíso (1998) exploran la construcción de la identidad femenina afroamericana en periodos históricos fundamentales para la historia norteamericana. La autora se opone así a la discriminación, y cimenta la pluralidad y la perspectiva de género como ejes fundamentales para esa configuración que, en ambas obras, está intrínsecamente ligada a la familia, a la comunidad y a la memoria histórica personal y colectiva.