Pocos críticos literarios españoles han examinado la grandeza y las miserias de nuestro panorama cultural de una forma tan directa y aguda como el autor de este ensayo. Este libro viene a complementar su anterior volumen, Los mercaderes en el templo de la literatura (2004), una crónica y un ensayo sobre cómo la literatura, sus autores, editores y lectores, han sido afectados por el mercantilismo reinante. El presente volumen trata de la escasa ayuda que la crítica ofrece al lector actual, abordando temas como su fiabilidad e independencia, y de la capacidad o incapacidad de las revistas culturales y los suplementos de los periódicos para responder a las demandas de su audiencia, cuando un democrático nosotros disputa al yo su primacía social. Revisa, asimismo, la recepción de los éxitos editoriales recientes, de Javier Cercas y de Carlos Ruiz Zafón, entre otros, con el propósito de establecer las normas válidas para comprender lo que separa a la novela literaria de una novela de entretenimiento. Al lector le sorprenderán por igual tanto las ideas expresadas como el estilo directo en que vienen enunciadas. La verdad para el autor no es posesión de los buenos ni de los malos, sino de quien lleve a cabo el debate con honestidad. La idea del autor es que, cuando la letra impresa y la imagen se disputan el podio cultural, cuando los grandes grupos mediáticos luchan por comprar contenidos para impedir que se extienda ese espacio común creado por Wikipedia y afines, la crítica resulta más necesaria que nunca y los críticos deben atenerse a un código de actuación apropiado.