En este libro el pensamiento de Juan Pablo II no es tratado según las reglas habituales de interpretación, con algo de lo que se habla, o sobre lo que se discute, o en lo que profundizan los instrumentos de análisis. Por el contrario, es algo de lo que nos dejamos conocer y tocar, por lo que se piensa y con lo que se dialoga: un encuentro y una compañía. Hay algo nuevo que aprender en esta manera, o método, de practicar el discipulado y seguimiento, de ser hombre con el hombre, pues tal es la relación entre padre e hijo, maestro y discípulo, esposos y amigos. El hombre está en el centro, no de una representación mental, sino de la realidad y, por tanto, del pensamiento y del afecto. El hombre está cercano, porque está en el corazón, de Dios y del hombre, y del Hombre-Dios, quien es situado en el corazón del cosmos y de la historia. la antropología de Juan Pablo II y también la de Stanislaw Grygiel reconducen, desde la periferia de la existencia, a ese centro. El antiguo 'itinerarium mentis in Deum' se completa en el 'itinerarium Dei in hominem'.