Nadie, desde Stanislavski, ha investigado la naturaleza de la actuación, su fenómeno, su significado, la ciencia y naturaleza de sus procesos mentales, físicos y emocionales tan profunda y completamente como Grotowski.
Su teatro, al que llama laboratorio, no es un teatro en el sentido corriente de la palabra, sino más bien un instituto consagrado a la investigación del dominio del arte teatral y del arte del actor en particular, puesto que el actor es el único elemento sin el cual el teatro no puede existir (el teatro puede existir sin vestuario o escenario, sin música y sin luces y aun sin texto). La educación del actor en el teatro de Grotowski no estriba en ?enseñarle? algo; se trata de eliminar la resistencia del organismo a este proceso psíquico. Su vía es negativa, no una serie de habilidades sino la erradicación de bloqueos.
El resultado es que el actor se libera y sus impulsos y sus reacciones exteriores se vuelven uno: el cuerpo desaparece y el espectador sólo ve una serie de impulsos visibles. Las producciones de Grotowski son investigaciones detalladas de la relación del actor con el espectador, en un ámbito pobre, rico en experiencias.