Señas de identidad, Don Julián y Juan sin Tierra son el eje central de la obra narrativa de Juan Goytisolo. La publicación, en su momento, de cada una esas novelas provocó un aldabonazo cultural y social sin precedentes en la España franquista y posfranquista. Proscritas en su día, justipreciadas después, las páginas de esos tres monumentos literarios más perdurables de nuestra historia reciente son las hojas, que se abren y se cierran sin solución de continuidad, de este soberbio Tríptico del mal, que nos permite leer de corrido los azares y los sufrires del españolito Álvaro Mendiola. La exploración de los límites del lenguaje, el replanteamiento radical de las estructuras narrativas y las cargas de profundidad contra las creencias y los dogmas heredados hacen de este Tríptico del mal una de las experiencias más radicalmente innovadoras de la literatura castellana contemporánea.