Existe actualmente un considerable auge del arbitraje tras la entrada en vigor de la Ley de Arbitraje 60/2003 como instrumento alternativo a la Jurisdicción para la resolución de controversias sobre materias disponibles. Las relaciones entre arbitraje y Jurisdicción han ido evolucionando en las diferentes leyes de arbitraje hasta conseguir una natural interrelación en diversos momentos del procedimiento arbitral. En esta obra se analizan los diferentes supuestos en que el arbitraje debe apoyarse en un órgano enclavado en la jurisdicción ordinaria para realizar gestiones procesales con repercusiones en un procedimiento arbitral instado por las partes y, en ese caso, las consecuencias que pueden derivarse de ese acceso a la jurisdicción. A pesar del principio de intervención mínima de órganos judiciales que rige en el proceso arbitral, son numerosos los casos en que esa asistencia es posible: nombramiento judicial de árbitros, asistencia judicial en materia de prueba o la adopción de medidas cautelares; y otros, en que su intervención es absolutamente obligatoria: ejecución forzosa del laudo arbitral o el exequátur de laudos extranjeros. Deliberadamente se han excluido otros supuestos de intervención judicial que conforman el contenido de otra de las obras del autor (la acción de anulación y el recurso de revisión del laudo arbitral).