La catedral de Toledo, una de las obras maestras de la arquitectura ojival, mereció en el lenguaje eclesiástico el título de Dives Toledana, que alude a la grandiosidad de sus dimensiones, riqueza artística y solemnidad litúrgica. El contexto histórico-cultural que rodeó este grandioso templo, la relevancia de sus comitentes el rey FernandoIII el Santo y el arzobispo Rodrigo Jiménez de Rada, la idea central que presidió el inicio del proyecto, el problema de la personalidad de los distintos maestros de obras, las conexiones con sus congéneres de allende los Pirineos como las catedrales de Bourges y Le Mans o las coincidencias con las cabeceras góticas de la basílica de Vezelay y la seo burgalesa en su registro clásico, las modificaciones del plan primitivo a lo largo de su dilatado proceso constructivo o el análisis del detalle de sus elementos estructurales más significativos, son algunos de los eslabones que forman parte de un apasionante recorrido por uno de los conjuntos artísticos más importantes de todos los tiempos.