Kenichi flota en el espacio. La nave en la que viajaba ha sufrido unaccidente, y él parece el único superviviente. Su deriva es también la de una civilización casi extinta que busca un nuevo hogar en lasestrellas. Su mensaje de socorro: un pequeño pulso en el vacío.La suerte parece cambiar cuando otra nave acude a la llamada, peropronto descubrirá que su salvación le pone frente a un nuevo desafío.La nave que le recoge pertenece a la raza zestiana, con quienescompartían Tralia, su planeta de origen, y ahora, una vez más, ambospueblos vuelven a compartir destino.Los zestianos están también al límite de sus esperanzas e, igual quesus antiguos vecinos, recorren el espacio en una búsqueda acontrarreloj: una extraña enfermedad ha diezmado a sus tripulantes yamenaza al grupo, cuyas vidas y misión pueden llegar a estar en manosde un extraño.Rune, Tyra, Eyra, Sigrid Cada tripulante arrastra sus miedos, y a losfantasmas que pueblan la nave hay que sumar uno mayor: la sombra delplaneta perdido y las dudas sobre si encontrarán o no un nuevoprincipio. Todos deberán esforzarse en superar sus traumas y sudesconfianza para entrelazar su destino en una trayectoria común.