Este libro, con todo su aparato crítico e intelectual, quiere subrayar la legitimidad y actualidad del mito de al-Ándalus, dada su fundada bondad ético-antropológica, y su necesaria validez para comprender presente y futuro de las narraciones históricas mediterráneas. Parte para su análisis de los orígenes de este mito en el mundo antiguo mediterráneo, con la formación del mismo con la llegada de árabes y bereberes en el 711, su consolidación con los omeyas, el tratamiento crepuscular y liberador del romanticismo, la larga pervivencia del mito entre las élites marroquíes, etc. Pormenorizadamente se analizan todas las narraciones que han ayudado a la fijación de un mito transhistórico como el de al-Ándalus: desde el mito de Hércules, pasando por la polémica en torno a la dominación musulmana en España desde el 711, la convivencia de las tres culturas, las primeras creaciones de lo «andalusí», su permanencia a través del reino nazarí y la conquista cristiana, el mito de Granada (frente al de Venecia), el romanticismo arabesco y alhambresco, su presencia en el andalucismo, el exotismo, el africanismo, la maurofilia, o la perviviencia de lo andalusí en Fez y en el Magreb, etc. Y así hasta llegar a la actualidad, en la que no está ausente de las ideas de autoctonía de gran arraigo en la Andalucía actual, o incluso sirve de referente heterodoxo y fuente de ideas de futuro en las llamadas "primaveras árabes". Sabedor de la actualidad y la controversia de este debate, que concierne muy especialmente a la narración histórica española y magrebí, este libro parte de la posibilidad de considerar al-Ándalus como un «mito bueno», es decir, como una construcción de claves culturales más o menos históricas o mitológicas, pero que alberga una finalidad de «bondad», de tal forma que merece la pena ser pensado independientemente de su propia realidad histórica. Eso combatiría la imagen de «maldad política» con que se ha revestido la idea de al-Ándalus en medio culturales orientales, como una forma de expresar la dominación de Occidente sobre Oriente. Al mismo tiempo, por cuanto ensalza valores como la convivialidad y el reconocimiento, se alza hoy día frente a sesgadas lecturas negacionistas de su valor, las cuales por mor de supuestas "verdades históricas" traen a la palestra pública viejas preconcepciones, las cuales consideran amenazada la identidad nacional y promueven incluso la maurofobia.