Educación emocional y lenguaje en la escuela es el fruto de años de trabajo cotidiano, de reflexión sobre el trabajo hecho, del descubrimiento de nuevas virtualidades, tanto de los alumnos como de las estrategias de intervención. También es el resultado de un deseo constante de renovación para satisfacer las necesidades de los niños y niñas en un entorno cambiante. En él se presenta la imagen del niño como persona, competente, que piensa, tiene sentimientos, necesidades, que quiere actuar y que actúa, que se siente parte del mundo desde el momento en el que nace, que busca explicaciones de este mundo y construye teorías, que descubre a los otros, que necesita a los demás para conocer y saber, para conocerse, para querer y para quererse.