Un hombre mendiga postrado en la calle, detrás de un cartel dondepueden leerse las súplicas que él no se atreve a pronunciar: laspalabras de la miseria. Pero ¿cómo ha llegado ahí ese joven fuerte, en la flor de la vida Al narrarnos las distintas estaciones de suparticular calvario, Agustín Gómez Arcos lanza una mirada feroz eimplacable, llena de desencanto, a la España posfranquista, a los años de la Movida y a las hirientes desigualdades sobre las que se cimenta la mal llamada sociedad de la abundancia.«El joven se dirige a la Gran Vía, intenta fundirse con losviandantes, gentes de vida oscura que renacen de las cenizas diarias,fénix quemados a perpetuidad antes de emprender el vuelo. Marginalesde toda ralea atestan la avenida, muy concurrida entre medianoche y el alba. Aparecen por todas partes, emanan de rincones oscuros, surgensúbitamente de las callejuelas como ratas gigantes que abandonan lacloaca al olfatear epidemia y podredumbre.»