Se trata de una obra destinada a convertirse en el punto de partida de una nueva interpretación histórica de la fiscalidad castellana en cuanto la revisión de la imagen fiscal vigente por apelación a la técnica del ""análisis del caos"" empíricos ha permitido: renovar el enfoque de la fiscalidad, al utilizarla, no en función de los volúmenes recaudados por el Estado, sino como indicador de la naturaleza social; poner de manifiesto que los especialistas actuales se han dejado llevar del espejismo de los encabezamientos, al abordar preferenemente el estudio de la fiscalidad desde las cantidades ingresadas por Hacienda; demostrar que el testimonio de los tratadistas coetáneos se ajustaba fielmente a la realidad socioeconómica, al denunciar una presión fiscal asfixiante; y, finalmente, conocer la verdadera presión fiscal y su incidencia en la sociedad. Lo que nos sitúa ante un nuevo sentido histórico de la fiscalidad en la Castilla del Barroco: la presión fiscal como una de las causas explicativas de la realidad social castellana del S. XVII dentro de un todo coherente.