El Imperio otomano era una de las grandes fuerzas de la historia deEuropa desde la Edad Media. En 1914 había perdido mucho territorio,pero seguía siendo el Estado más grande de Europa después de Rusia. El imperio, que se extendía desde el mar Adriático hasta el océanoÍndico, era una gran entidad política y religiosa, puesto que elsultán gobernaba los Lugares Sagrados y, como califa, era el sucesordel profeta Mahoma. Sin embargo, la fatídica decisión del imperio deapoyar a Austria-Hungría en 1914, aunque fue capaz de defendersedurante gran parte de la guerra, lo condenó al desastre, lo dividió en varias colonias europeas y llevó al nacimiento de una Arabia Saudíindependiente. El magnífico nuevo libro de Ryan Gingeras, publicadocuando se cumplen poco más de cien años de la marcha al exilio delúltimo sultán, explica cómo se produjeron estos hechos trascendentales y muestra hasta qué punto seguimos viviendo a la sombra de unasdecisiones tomadas hace tanto tiempo. ¿Caería todo el imperio en manos de los ejércitos aliados que merodeaban por la región o podríasalvarse algo En semejante laberinto étnico y religioso, ¿qué preciohabría que pagar por crear un nuevo Estado cohesionado e independiente La historia de la caída del Imperio otomano y de la creación de laTurquía moderna es una epopeya extraordinaria y amarga,espléndidamente narrada en estas páginas.