Historias de terror, apariciones, almas en pena, espíritus clamandojusticia, retos juveniles de aventuras nocturnas en un cementerio. Elterror nace de lo cotidiano.Historias de terror en medio de un parajemisterioso e inquietante, visitas furtivas a palacios e iglesiasabandonadas, con apariciones, almas venidas del más allá clamandojusticia, retos juveniles de aventuras nocturnas en un cementerio conlos que demostrar la mayor hombría. El terror nace de lo cotidiano, de las leyendas y las creencias populares, animado por la imaginaciónmás disparatada.¿Qué tiene el ser humano que disfruta tantoexponiéndose a esa emoción llamada miedo como método deentretenimiento , se pregunta en el prólogo Pedro González Núñez,quien concluye: ôvisitamos lugares tétricos, grabamos sonidoshorripilantes y, sobre todo, leemos leyendas, relatos sobre lo oculto, cuentos del más allá que podrían ser realesà O no. Nos atrae elmisterio de una forma inexplicableö. La tradición nos muestra quecualquier sociedad que ha aparecido sobre la faz de la Tierra hatenido sus propios mitos, sus leyendas, sus personajes terroríficos.De su propia experiencia en situaciones límite y de esas fuentesliterarias se nutre Juan Gil Palao, quien sigue los pasos de Guy deMaupassant, Gustavo Adolfo Bécquer o Edgar Allan Poe para crear suspropios espacios de terror en ámbitos actuales, cotidianos. Junto aestas influencias podemos encontrar leyendas propias del mediterráneosobre una casa maldita, psicofoníasà El libro acaba con microrrelatosde terror queresultan impactantes.