Este libro tiene un leitmotiv muy simple que me dijo mi hijo con solo dos años: ¡Mamá, tú puedes!. Esa frase y esos ojitos llenos de fe hacen que todo sea posible. Cuando tu hijo nace sabes instintivamente que el lugar correcto para él está cerca de tu corazón, cerca de tu cuerpo. Deseé ser madre canguro desde que nació mi hijo, como muchas otras mamás. Sin leer manuales, solo atendiendo las necesidades y deseos de mi hijo, me guie por los principios de la crianza natural, sin saberlo. Pero tuve que adaptar muchas cosas como el porteo de mi hijo a mi discapacidad -parálisis cerebral-, ya que utilizo a diario mi silla de ruedas eléctrica. ¿Alguna vez te han mirado extrañados por llevar a tu hijo en un fular? Pues imagínate la cara que se les queda si la mamá canguro utiliza silla de ruedas. De una necesidad nació la inquietud por saber algo más de este arte ancestral: el porteo del bebé o niño. En este libro se puede encontrar un estudio pormenorizado de las diferentes formas de porteo en el mundo, así como sus posibles adaptaciones en caso de discapacidad de la madre o el padre. Hay muchas maneras de vivir la maternidad. El porteo contribuye a estrechar el vínculo materno-filial y a disfrutar plenamente de la vida junto a tu hijo. El amor por un hijo te permite romper todo tipo de barreras. Este libro es el diario personal de Estrella Gil García, una madre que rompe prejuicios cada día por atender y portear a su bebé de una manera diferente. Su discapacidad no le impide vivir todo tipo de experiencias junto a su hijo. Explicadas con humor e ironía, nos adentra en un mundo que solo está adaptado en apariencia, en muchas ocasiones.