La hora 25 es una de las novelas definidoras de nuestro tiempo, una defensa apasionada de la libertad y de la dignidad del hombre en la que millones de europeos reconocieron su drama y su esperanza. En palabras de Traian, uno de los personajes de la obra, la hora 25 es "el momento en que toda tentativa de salvación se hace inútil". Es la hora que sigue al momento final, cuando ya no es posible la esperanza. Son los años de la II Guerra Mundial. La osadía de los malvados recae salvajemente sobre los inocentes. Moritz, uno de estos, será acusado de ser judío por un vecino sedicioso que codiciaba a Suzanna, su mujer. A partir de aquí sufrirá un prolongado ultraje, absurdo hasta el punto de ser propuesto por las SS como modelo del ario a imitar. Precisamente él, que fue acusado de judío. Sobre una base autobiográfica, C. V. Gheorghiu presenta el drama impresionante de un mundo en el que las formas de opresión se apoyan en la técnica deshumanizadora, en ideologías mesiánicas de signo diverso pero igualmente opresor.