Martha Gellhorn, pionera corresponsal de guerra, conoció docenas de países, tuvo casa en Italia, en Cuba, en Kenia... Pero solo se propuso escribir sobre viajes tras un incidente fastidioso en Creta. Ante el desaliento, ante la duda de por qué viajaba, se puso a trabajar. El resultado es la presente recopilación, con los "mejores" de sus peores viajes. Agrupa varios relatos: el viaje por una China en guerra en compañía de Ernest Hemingway -con quien estuvo casada durante cinco años-, otra errática singladura por el Caribe en busca de submarinos alemanes, su travesía de África de Oeste a Este, y una cata de la Rusia soviética. Como antídoto contra el desaliento, el libro funciona a la perfección: nada mejor para la autoestima que la supervivencia, afirma Martha Gellhorn. Además, aun de los viajes más adversos se regresa con jugosas recompensas, y no hay que perder la esperanza: el próximo destino puede resultar todavía peor. MARTHA GELLHORN (St. Louis, 1908 - Londres, 1998) marchó a París con una máquina de escribir y 75 dólares antes de cumplir veinte años. Desde allí mandó sus primeras crónicas periodísticas. Regresó a Estados Unidos para narrar los efectos de la Gran Depresión que siguió al Crac de 1929. Poco después, en la Guerra Civil española, inició una carrera como corresponsal de guerra que la llevaría por todo el mundo, hasta la invasión estadounidense de Panamá en 1989. Siempre cerca de la gente común, desde su inquebrantable humanismo crítico, combatió el fascismo en todas sus formas. Su bibliografía suma una veintena de libros, entre obras de ficción y recopilaciones de reportajes y cartas. Tras su muerte se instituyó un premio con su nombre que se concede cada año a un periodista que relate la realidad a ras de suelo, más allá de las crónicas oficiales.