La proliferación de armas de destrucción masiva y especialmente nucleares no constituye un fenómeno nuevo. La no diseminación de armas nucleares ha sido preocupación internacional desde el inicio de la era nuclear. Tras el estallido de un artefacto nuclear por parte de China en 1964, comenzaron negociaciones para establecer un tratado de no proliferación que partía del supuesto de que el aumento de miembros del grupo haría más factible una guerra nuclear. Aunque desde entonces la no proliferación se erigió en mecanismo eficaz de contención, ahora países como India, Paquistán o Corea del Norte acceden al status nuclear. Este libro analiza la evolución de este régimen hasta 2010.