En general, el celibato ha sido tratado o bien por psicólogos o bien por teólogos de la vida religiosa. Los unos tienden a ser técnicos y, cuando emiten juicios de valor, fácilmente adoptan la actitud de ""sospecha"". ¿Se puede ser célibe y efectivamente adulto? Los otros tienden a hacer ""literatura rosa"", a cantar las glorias de la virginidad como plenitud del amor, sin apenas referencia a la dinámica real de la existencia célibe de ese hombre/mujer que, en un momento dado, optó por un Amor que -se diga lo que se diga- sigue siendo profundamente extraño. Falta un largo camino por recorrer: la síntesis entre principios y praxis, entre ideal y pedagogía, entre vocación y presupuestos psico-afectivos, entre dinámica espiritual y complejidad de la experiencia vivida, entre inspiración evangélica y cambio sociocultural en la comprensión de la sexualidad... Este libro busca esa síntesis y pretende reflejar la complejidad en que hoy nos debatimos. Y aunque no tenga por objeto directo estudiar lo específico del celibato cristiano en comparación con otras tradiciones humanistas o religiosas, su tesis de fondo resuena constantemente: la novedad de esta opción que se inspira en la de Jesús de Nazaret y se identifica con ella. Y en culaquier caso, aunque en algunas páginas el celibato crisitiano aparezca con tintes claroscuros, es evidente que el libro entero rezuma en amor apasionado por esta vocación cristiana.