Este es un libro de poemas escrito como un acto comunicativo. En unprimer momento, diálogo del autor consigo mismo, no en soliloquio,sino en expresión de pensamientos, de lo más sentido. Ahora,publicado, ya es palabra dada a quien lo abra por la primera página oentrando en cualquiera de ellas.La naturaleza, manifestación de lo que es sin medida, regla nicortapisa. Los vientos no tienen caminos, la hierba carece deplantilla, a los pájaros no los enseñan maestros de capilla, el cuerpo es viento, hierba, pájarosSobre esa naturaleza, el ser humano construyó ciudades, con ellasexpresó la constricción, obligada, de calles, opacos edificios rígidos y uniformes, normas y reglas. El cuerpo es sujeto vestido buscandoencontrar el final de las calles, aunque, mientras esté en ellas, sesepa arrancar el placer de vivir.Y la muerte siempre anunciada, pero nunca temida, y más presente ahora por estar viviendo un tiempo de pandemia.De esa relación dialéctica, del estar y pasar, de lo natural y social, se habla en estos poemas.