He aquí una reflexión sobre la esperanza, una propuesta de espiritualidad para saber esperar en tiempos difíciles. Una consideración que se mueve entre los desgarrones que las utopías han sufrido en los países del Sur y los deseos del Norte, sacudidos por los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001. El siglo XX se cerró con la gran cuestión de la esperanza: ¿qué podemos esperar en el siglo XXI? Un oportuno Epílogo sobre la guerra de Irak ayuda a ver las cosas en su debida perspectiva. La esperanza está amenazada por la cultura de lo inevitable: pero si perdemos la esperanza, lo perdemos todo. Con esperanza, los pueblos y sus gentes pueden vivir y seguir soñando su dignidad: producir luz, solidaridad y salvación: sin esperanza, la suerte de los perdedores será simplemente gestionada por los poderosos de turno. Mientras una ola de impotencia recorre las sociedades de la abundancia, y el pensamiento único consagra la desesperanza como lo políticamente correcto, allí donde menos suele esperarse, entre las periferias empobrecidas y el rumor de las víctimas, se vislumbra la realidad como esperanza. Lo que se oculta a los poderosos se ha desvelado a los humildes. JOAQUÍN GARCÍA ROCA (Valencia [España] 1934), doctor en Sociología y en Teología, es profesor en la Universidad de Valencia y en la Universidad Centroamericana de El Salvador. ARANÍVAL-SAID ROVIRA ORTIZ (La Unión [El Salvador] 1975), licenciado en Relaciones Internacionales por la Universidad de El Salvador, realiza el doctorado en Derechos Humanos en la Universidad de Valencia.