Contemplar la guerra desde lejos es una operación sencilla; además del intelecto, a veces intervienen la imaginación e incluso la fantasía. Estudiarla, analizarla y explicarla como hecho real es más complejo, sobre todo si se pretende un resultado verosímil. ¿Qué ayuda más, la distancia o la proximidad? ¿Qué significa 'hacer', además de 'pensar', la guerra? La guerra es un asunto humano. Además de instintos, pulsiones, pasiones, en ella impera la razón. ¿Qué razón? La que pondera los sentimientos, el miedo en primer lugar, y la que sopesa los riesgos, propios y ajenos, que rodean la percepción de unos daños previsibles que deben evitarse. Aquí entra el cálculo racional. El ser humano tiende a ser maximalista y optimizador en sus decisiones. Y más aún frente a un extremo que roza los propios confines de la humanidad, siendo la guerra la última, la definitiva frontera. Incluso quien la mira de lejos percibe parte de su esencia. Este libro traduce un recorrido por su pensamiento y responde a un objetivo práctico: orientarse para ordenar de algún modo la ingente cantidad de autores que es preciso incorporar a una obra necesariamente 'imperfecta' aunque provista de valiosas referencias en el cuerpo, las citas y las notas de sus páginas. Además de muchas preguntas añadidas, allí es donde el lector quizá encuentre las respuestas que pretende. Esta obra se propone como un conjunto de lecturas que intentan poner en claro -sin que eso signifique un glosario de términos acompañado de bibliografía comentada- algunos de los conceptos, autores, obras, temas y circunstancias que, en términos teóricos, se relacionan con la guerra y la paz en los parámetros de la 'cultura occidental', una noción relativa, incomprensible si no se consideran las demás.