El Risorgimiento es una manifestación de los movimientos nacionales y liberales ochocentistas que tienen su origen en la propagación de las ideas de la Revolución francesa. Pero, aunque se plantee como un problema de relaciones internacionales en el que están implicados varios Estados europeos, la unificación italiana significa mucho más que la encarnación, en un concreto espacio geográfico, de un proyecto político de carácter general. Italia se hace esencialmente desde sí misma, teniendo como núcleo constitutivo al reino de Piamonte, cuyas tendencias expansivas son inseparables de la realización del proceso unificador. Cuando, tras numerosas peripecias, éste pueda considerarse concluido, la labor de construcción de Italia no ha hecho más que comenzar. La nueva nación italiana, vital y heterogénea, recorrerá entonces hasta 1914 un camino que es tanto la consecuencia de las particularidades de su contruscción como el anuncio de sus dramáticas experiencias futuras.