Bases de planificación lingüística para Andalucía, en primera instancia, responde a una urgencia objetiva e imperiosa de la realidad social andaluza, como es la gestión de su situación lingüística, acudiendo a parámetros estrictamente científicos. Retoma, en consecuencia, la atención por el siempre sugerente tema de la diversidad lingüística andaluza, sobre el que tantas páginas se han escrito en la lingüística descriptiva contemporánea. No obstante, rompe con varios tópicos más que asentados en esa tradición. De un lado, se adscribe, sin ambages a la sociolingüística especializada en política y planificación lingüísticas, huyendo del viejo prisma dialectológico, superado por la propia dinámica evolutiva de la lingüística, y en no menor medida por la compleja urdimbre de una sociedad como la contemporánea, para la que los parámetros dialectales resultan sencillamente insuficientes. De otro, pretende dar respuesta a la problemática sociolingüística andaluza en su totalidad; esto es, no limitándose a las conocidas disquisiciones entre la norma castellana y la variedad andaluza, sino incluyendo también aspectos tan candentes, y tan necesarios de planificación, como la gestión del nuevo multilingüismo de la sociedad andaluza, el rol de Andalucía en el conjunto de la comunidad panhispánica o, entre otros, los inmensos retos comunicativos que plantea la globalización.