Lleva en las venas las ansias de expresarse, de comunicar, de ilusionar, de aconsejar a voz en grito que vivamos la vida... Es un poeta en todo lo que hace: sus cuadros como fogonazos locos, sus canciones, hechas de detalles y esencias, sus fotos, portadoras de historias profundas, cotidianas, siempre nuevas... Así es Manolo García, que respira en estas páginas con la autenticidad a la que tiene acostumbrados a sus seguidores, y ofrece en estas extraordinarias Vacaciones de mí mismo un poco (o un mucho) de todo lo que es. Este libro es la realización, con el entusiasmo del niño que despierta al universo, de un anhelo largo tiempo acariciado: compartir su manera de mirar el mundo, la vida, las gentes, las cosas, lo real y lo imaginado. Efectivamente aquí hay una dosis concentrada de Manolo: muchas de sus fotos, desde que consiguió su primera cámara hasta su último viaje, todas las letras de su renovadora y celebrada trayectoria musical, los dibujos y pinturas a las que se dedica desde niño y con las no ha querido nunca dejar de jugar.Un auténtico atlas para viajar por los sentimientos y vivencias de un artista nato.