En momentos en que las ciencias sociales hallan difícil explicar los logros y los fracasos de la globalización, cuando el arco que va de la caída de las Torres Gemelas al derrumbe del mundo de las finanzas ha hecho del inicio de este siglo el gran territorio de la incertidumbre, una nueva mirada sobre el arte puede ayudar a comprender las grandes encrucijadas de la sociedad. Para ello, junto con un análisis socioantropológico del campo artístico, el autor interroga lo que ocurre cuando éste se intersecta con otros. ¿Qué dicen sobre esta época los desplazamientos de las prácticas artísticas basadas en objetos a prácticas basadas en contextos, hasta llegar a insertar las obras en medios de comunicación, espacios urbanos, redes digitales y formas de participación social? ""El arte que trabaja con la inminencia -sostiene el autor- se ha mostrado fecundo para elaborar una pregunta distinta: qué hacen las sociedades con aquello para lo que no encuentran respuesta en la cultura, ni en la política, ni en la tecnología."" Este libro parte del vacío que dejó el agotamiento de las estéticas modernas. Critica también la idealización de obras fragmentarias y nomádicas, su fugaz prestigio en el canon posmoderno, y busca un marco analítico que, para examinar el arte contemporáneo, se ocupe de él junto con las condiciones culturales y sociales en las que se hace posible su condición postautónoma, como un modo de comprender, no sólo el mundo del arte, sino también los complejos procesos sociales en los que éste adquiere sentido.