La necesidad de comprender los viajes en la Antigüedad nos ha llevado a investigar, adentrarnos y profundizar en la mentalidad del viajero. Para ello nos hemos servido de diferentes fuentes de información, entre las que destacan lo textos clásicos. Entre todos ellos podemos citar obras como El poema de Gilgamesh, la narración conocida más antigua que describe las aventuras del legendario rey sumerio, que nos han servido de base para entender los viajes de carácter mitológico. Igualmente, relatos escritos en papiros que describen grandes narraciones comerciales y religiosas, como refleja el relato del egipcio Unamón, han sido de gran ayuda para poder comprender las relaciones diplomáticas entre los países del Próximo Oriente. Por supuesto, no faltan otras grandes obras clásicas, como La Odisea, donde se narran las peripecias de Ulises para alcanzar su destino, Itaca, obra esencial para entender la importancia de los viajes de regreso, también conocidos como nostoi. Igualmente, ha sido fuente inestimable para este trabajo el magnífico estudio sociopolítico y cultural que recogió Heródoto en su obra, Los Nueve Libros de la Historia, donde describe los pormenores de la sociedad de ese momento. Para la época romana podemos destacar obras como las de Cicerón o Plinio, en las que los viajes están presentes de forma continua. Por supuesto, no se podía terminar esta obra sin mencionar alguna fuente medieval como el Tapiz de Bayeux o el Libro de las Maravillas del Mundo de Marco Polo, una de las grandes obras de referencia de la literatura de viajes universal. La historia de los viajes comenzó en el momento en el que el homo sapiens salió de África y empezó a poblar todos los rincones del planeta Tierra. Los viajes y viajeros que conocemos desde entonces son muchos, un número tan elevado que sería una empresa inabarcable hacer referencia a todos en un solo volumen. Por este motivos nos hemos ceñido a los viajes de la Antigüedad, principalmente aquellos que se dieron en las culturas del Mediterráneo Antiguo: Mesopotamia, Egipto, Grecia, Fenicia y Roma, aunque por la importancia que adquiere Europa durante la Edad Media, se ha creído oportuno también incluir de forma amplia los viajes de peregrinación, así como las biografías de algunos viajeros de ese momento. Pese a que la Edad Media es una etapa que el público en general concibe como oscura, hay que entenderla como un momento interesante en la que los viajes adquirieron nuevas motivaciones como los viajes religiosos que, por otro lado, favorecieron el desarrollo de la economía de los pasases afectados. La redacción de este manual surge con la finalidad de facilitar a los alumnos de la asignatura «Historia de los Viajes y del Turismo» el estudio de esta materia. No contábamos con ningún manual que fuese adecuado para llevar a cabo la labor docente, con lo que emprendimos el trabajo de realizarlo nosotros mismos. Al estar dirigido principalmente a alumnos del primer curso del Grado en Turismo, hemos hecho un esfuerzo por contextualizar cada apartado, realizando una pequeña introducción histórica de cada período.