Como es sabido, en nuestro proceso civil rige de manera hegemónica el principio de la doble instancia, lo que hace que, a salvo las dictadas en juicios verbales por razón de la cuantía cuando ésta sea inferior a 3000 €, la totalidad de las sentencias dictadas por los tribunales civiles, y muchas de sus resoluciones en forma de auto, sean susceptibles de ser impugnadas a través del recurso de apelación. La apelación se manifiesta, así, como el recurso ordinario y devolutivo por excelencia y el que más profusamente es utilizado en la práctica, pues a través del mismo la parte gravada puede lograr la revocación de la resolución dictada en la primera instancia y su sustitución por otra que le sea favorable. De toda la problemática procesal que encierra el desarrollo de la apelación, tras las importantes reformas introducidas por la Ley de Medidas de Agilización Procesal, da cuenta la presente obra, tanto desde el plano doctrinal, como desde el jurisprudencial, incorporando, asimismo, útiles formularios, esquemas y casos prácticos, en materias tales como el régimen de las resoluciones recurribles, los requisitos que condicionan la admisibilidad de la apelación (plazos, tasas judiciales, depósitos...), las pretensiones que pueden deducirse en el mismo, la regulación de la prueba en segunda instancia, etc.