Este libro es un intento de pensar las diferencias, por encima de su posible unificación. Se trata de explorar los sentidos de la diferencia. La diversidad no puede reducirse precipitadamente a la unidad. La unificación del mundo no puede lograrse a costa de las diferencias. Por todas partes encontramos diferencias: al inicio, durante y al término del conocimiento. No cabe prescindir de las diferencias en el análisis de la realidad y la acción. La diferencia es primera. No hay un único sentido de la diferencia al que se reduzcan todos los demás. Hay muchas formas de ser diferente. La distinción entre algo y su porqué (la diferencia de la razón) no es desde luego el único sentido de la diferencia. Ni tampoco la negación. Más allá de la distinción entre algo y su porqué está la diferencia de poderes y, en especial, la diferencia entre el poder de la libertad y otros poderes ajenos a la libertad. No es posible la libertad sin diferencia. La libertad solitaria no existe: es un monstruo de la razón.