Quien pregunta «¿de qué te ríes » no suele esperar una respuesta:quiere que alguien deje de reír.La risa es lenguaje y, como las palabras, puede ser cortés, falsa,amigable, mordaz, insultante y discriminadora. Aunque la educaciónintente disciplinarla e indicar los modos correctos de su emisión, lohilarante es indomable porque habla el lenguaje del cuerpo y sedesencadena más allá del bien y el mal. El «buen humorista» es másgracioso que el «humorista bueno».Hoy, las pantallas siembran entretenimiento y cosechan carcajadas.Estas risas masivas, electrónicamente difundidas, son melodías paracualquier ideología: ríen los fascistas y ríen los buenistas. Lalibertad de expresión es colonizada por lo provocativo y lo abyecto.El pensamiento se hace caricatura y se mercantilizan las bromas.Daniel Gamper sostiene que los tiempos están maduros para nuevosaguafiestas que pongan palos en las ruedas de la risa. Tras leer estelibro no volverás a reír sin antes detenerte a pensar dónde, cómo,cuándo, con quién y por qué lo haces.