Del prólogo de Koldo Azpitarte: Miguel Gallardo y Paco Roca publicaron hace un par de años dos obras (Arrugas y María y yo) cuya temática adulta y cuidada factura sirvieron para trascender del circuito habitual de ventas y llegar a un nuevo público, normalmente alejado del mundo de la historieta. Los medios, acostumbrados a identificar la historieta con Mortadelo y poco más, les dedicaron amplios espacios y su presencia se hizo habitual, casi indispensable, en los diversos eventos comiqueros de la piel de toro. Lo que inicialmente iba a ser un sencillo cuaderno de viaje en el que primara la espontaneidad sobre la elaboración formal, ha acabado siendo un cuidadísimo álbum en el que se adivina cierta dosis de saludable competitividad entre dos autores que por mucho que se quieran y respeten necesitan saberse a la altura de su colega: ninguno de los dos quería ser el de las anécdotas insulsas o las páginas mal dibujadas y como consecuencia los lectores pueden disfrutar de una obra con vocación de menor, pero con hechuras de superproducción.