Un cruce genial entre Gornick y Ephron. Si Capote o Mailerdesarrollaron la novela de no ficción, Gallagher se ha convertido enuna maestra del relato de no ficción.Si "De cómo recibí mi herencia"relata la infancia de la autora en el Nueva York de los años 40 comohija de inmigrantes judíos ucranianos y comunistas, este libro deGallagher, con su brillante estilo sin sentimentalismos, nos introduce en su vida adulta y nos cuenta historias sinceras, divertidas y muyparticulares. Como ella misma dice, con su típica ironía: «Oh, Diosmío, los temas con los que tropiezas al intentar sobrellevar el día.Confianza, traición, clase, hipocresía, amor, odio, codicia,enfermedad, salud. Solo falta Guerra y paz».La fragilidad de lasamistades, la inconstancia del amor, la crisis matrimonial provocadapor una enfermedad crónica, el papel de la suerte a la hora de naceren un contexto determinado: Gallagher dramatiza con una perspicacia yun humor únicos.