Este libro es producto de años de minuciosa investigación sobre la figura, tan importante como poco conocida, de un médico alemán que pasó a la historia de la microbiología, -la ciencia que vino a revolucionar la medicina moderna a partir del último cuarto del siglo XIX-, por descubrir el agente productor del tétanos, una enigmática y cruel enfermedad que causaba terror en los que sufrían heridas de guerra, por ser una de sus principales complicaciones junto con la gangrena. Coetáneo de destacadas figuras de la Medicina, como Wilhelm Ebstein, Carl Flügge, Shibasaburo Kitasato y Emil von Behring, nuestro protagonista disfrutó de sólida posición social y reconocimiento científico. Sin embargo, los tiempos difíciles que vivió Alemania tras su derrota en la Primera Guerra Mundial desembocarían en uno de los periodos más siniestros de la historia de la Humanidad, y marcarían el destino de Arthur Nicolaier, precisamente por su ascendencia judía. A pesar de su avanzada edad fue víctima, como tantos otros, de la época que le tocó vivir. Pero su descubrimiento hizo posible la prevención del tétanos mediante la vacunación, que sería desarrollada por el ilustre veterinario francés Gaston Ramon.